Las Chivas de Guadalajara han asegurado su lugar en la Liguilla tras una temporada de altibajos, pero con una victoria crucial sobre Cruz Azul. Este triunfo no solo les garantizó un lugar en la fase final sin tener que pasar por el Play-In, sino que también marcó un punto de inflexión en la percepción del equipo. La victoria llegó en un momento crítico, demostrando que el equipo puede encontrar su forma y cohesión cuando más importa. Ahora, con la Liguilla en el horizonte, el entrenador Veljko Paunovic tiene la tarea de maximizar los recursos del equipo para competir por el título, una misión que parece haber comenzado con la introducción de nuevas tácticas en el campo.



En el último encuentro, Paunovic sorprendió a muchos al implementar un cambio táctico significativo: posicionó a Roberto Alvarado en un rol de ’falso 9’. Esta decisión táctica, que se desvió de la formación habitual del equipo, no solo refleja la adaptabilidad del entrenador sino también la versatilidad de Alvarado. Conocido por su destreza en la banda derecha, Alvarado demostró que puede ser igualmente efectivo en el centro, mejorando la dinámica ofensiva del equipo y creando nuevas oportunidades de ataque. Este ajuste táctico podría ser un factor clave para Chivas en su búsqueda por el campeonato.



La estrategia de Paunovic de utilizar a Alvarado como ’falso 9’ abre un abanico de posibilidades para Chivas. Alvarado, con su excelente técnica y habilidad para crear juego, puede bajar a recibir el balón y actuar como un enlace entre el mediocampo y el ataque, lo que permite a jugadores como Padilla y Guzmán explotar su potencial desde diferentes posiciones. Esta flexibilidad táctica no solo sorprende a los rivales sino que también potencia a Alvarado, el jugador más destacado de Chivas en este torneo, para acortar distancias con los equipos punteros y fortalecer las aspiraciones del Rebaño en la Liguilla.





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