En el enfrentamiento entre México y Uruguay, José Raúl "el Tala" Rangel, portero de las Chivas de Guadalajara, tuvo un desafortunado debut con la Selección Mexicana. A pesar de no ser directamente responsable de los goles, la falta de cohesión en la alineación inicial del entrenador Jaime Lozano afectó su desempeño. Los uruguayos dominaron desde el principio, anotando tres goles en la primera mitad, lo que puso a Rangel bajo una presión significativa.



Los aficionados presentes en el estadio Empower Field at Mile High en Denver comenzaron a abuchear a Rangel cada vez que tocaba el balón, aumentando su nerviosismo. Este comportamiento de la afición reflejó la frustración con el rendimiento del equipo y recayó especialmente en el joven portero, quien no logró mostrar la calma necesaria en un partido tan crucial.



Las críticas no se limitaron al estadio, ya que tanto periodistas como aficionados en las redes sociales cuestionaron la preparación de Rangel para asumir la responsabilidad de ser el guardameta del Tri. David Medrano, periodista de TV Azteca, fue uno de los que reprobó su actuación, argumentando que, aunque no tuvo culpa directa en los goles, le faltó el temple requerido para defender el arco de la selección.



A pesar de las dificultades, Rangel sigue siendo una pieza clave en las Chivas y cuenta con el apoyo de su club para seguir mejorando. Este partido contra Uruguay, aunque desafiante, representa una oportunidad de aprendizaje para el joven arquero, quien deberá trabajar en su confianza y habilidades para futuros compromisos con la Selección Mexicana.





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