El entrenador de Chivas, Fernando Gago, es conocido por su baja tolerancia a las actitudes que considera inadecuadas, tanto dentro como fuera de la cancha. En la temporada anterior, decidió apartar a Mateo Chávez del equipo después de que el jugador llegara tarde a una charla técnica, lo que fue una clara infracción al reglamento interno. A pesar de las críticas, Gago ha mantenido su postura firme, haciendo valer su autoridad en el vestuario.

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Otro caso significativo fue el de José Juan Macías, cuyo rendimiento en la cancha no convenció del todo a Gago. Aunque hubo otras razones detrás de su salida hacia Santos Laguna, las actitudes del jugador también jugaron un papel crucial en la decisión del técnico argentino. Esta tendencia de Gago a tomar decisiones drásticas ha generado diversas opiniones, pero él sigue firme en su enfoque disciplinario.



Recientemente, Antonio "Pollo" Briseño ha sido relegado por Gago debido a sus comportamientos fuera de la cancha. Aunque Briseño ha sido capitán del equipo y ha demostrado ser un líder, sus actitudes durante los partidos, como sus constantes reclamos que han resultado en tarjetas amarillas, no han sido del agrado del técnico. Esto ha llevado a que Briseño pierda protagonismo en el equipo, siendo ahora una de las últimas opciones en la defensa central.

Además, hay rumores de que la buena relación entre Briseño y Alejandro Manzo, secretario general de Chivas y hombre de confianza de Amaury Vergara, podría estar afectando la percepción de Gago. El técnico podría sentirse incómodo con la cercanía entre Briseño y la directiva, lo que ha generado especulaciones sobre la seguridad de Gago en su posición. Esta situación ha complicado aún más la relación entre el jugador y el entrenador.





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