El Rebaño Sagrado está listo para enfrentar el Play In, con un formato que lo obliga a ganar dos partidos para avanzar a la Liguilla. Su primer desafío será el 21 de noviembre contra Atlas en el Estadio Akron, en un Clásico Tapatío que definirá si sigue en la pelea por el título. En caso de superar este encuentro, Chivas se medirá al perdedor entre América y Tijuana en el segundo partido del Play In, que se disputará el 23 o 24 de noviembre.



Si Chivas logra superar el Play In, entrará a la Liguilla como octavo lugar, lo que significa que ya tiene definido su rival en cuartos de final: el Cruz Azul, líder general del torneo. Este duelo sería extremadamente complicado para el Rebaño, que además tendría que enfrentarse a los equipos más fuertes en su camino al título.

El trayecto no sería más sencillo después de cuartos de final. En caso de vencer al Cruz Azul, Chivas se enfrentaría en semifinales contra otro de los equipos mejor posicionados en la tabla, como Toluca o Tigres, quienes han demostrado ser contendientes sólidos durante toda la campaña.

Por si fuera poco, el formato del torneo complica aún más el panorama para Chivas. Debido a su posición en la tabla, el Rebaño:
• Siempre jugará los partidos de vuelta como visitante.
• No tendrá ventaja en caso de empate en el marcador global, ya que el equipo mejor posicionado avanzará automáticamente.



Esto significa que Chivas deberá enfrentarse a rivales de élite en cada ronda, sin la posibilidad de cerrar en el Estadio Akron y siempre con la presión de buscar el triunfo en el tiempo regular. Sin duda, un camino cuesta arriba que requerirá concentración, esfuerzo y un rendimiento perfecto si quieren levantar el título.





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