Chivas está en plena pretemporada rumbo al torneo Clausura 2025, utilizando esta etapa como una oportunidad clave para prepararse de cara a los retos del próximo campeonato. Durante estos encuentros amistosos, el técnico Óscar García Junyent está analizando el desempeño de cada jugador con el objetivo de definir quiénes formarán parte de su esquema táctico en esta nueva fase al mando del equipo. Además, estos partidos permiten al estratega ajustar el estilo de juego y evaluar posibles incorporaciones o salidas, buscando fortalecer al plantel.



Sin embargo, estos encuentros no han resultado favorables para ciertos jugadores, como es el caso de Leonardo Sepúlveda. Tras la final de la Copa Pacífica frente a Leones Negros, el futbolista fue duramente criticado por su desempeño y las tarjetas rojas acumuladas. En este último partido, nuevamente fue expulsado, dejando al equipo con un jugador menos en un duelo decisivo.

El rendimiento reciente de Leonardo Sepúlveda lo ha puesto en una posición difícil dentro del equipo. Ante la probable salida de Jesús Orozco Chiquete, la directiva y el cuerpo técnico necesitan contar con un defensa central que brinde seguridad y confianza en la línea defensiva. En teoría, Sepúlveda parecía ser el candidato ideal para asumir esta responsabilidad, especialmente por sus cualidades físicas y su potencial en la posición. Sin embargo, sus constantes errores, sumados a las expulsiones que han dejado al equipo en desventaja, han sembrado serias dudas sobre su capacidad para ocupar este rol crucial. Ahora, su futuro en el plantel podría depender de una mejora significativa en su rendimiento y disciplina dentro del campo.

No obstante, aún tiene la oportunidad de mejorar y enmendar sus fallas. Si consigue ajustar su comportamiento dentro del campo y fortalecer su disciplina, podría aumentar sus posibilidades de consolidarse como titular en el equipo.



Es importante recordar que la primera expulsión de Leonardo Sepúlveda vistiendo la camiseta rojiblanca se dio en la jornada 6 del Clausura 2024, durante un enfrentamiento contra los Bravos de Juárez. En ese partido, una entrada fuerte sobre un rival cerca del final del encuentro le costó la tarjeta roja, apenas unos minutos después de haber ingresado al terreno de juego.





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