Faltan todavía 18 días para el Clásico Nacional, pero el técnico de Chivas, Tomás Boy, ya empieza a saborearlo. Será que el entorno previo al Clásico Tapatío, contra Atlas, le contagia. Desde ahora, sin saber lo que deparará el destino inmediato, lanza una advertencia seguro de sí mismo: América no le ganará.



El entrenador del Rebaño Sagrado asegura que su equipo evoluciona, a pesar de que los resultados positivos no llegan. Pero confía en que para la visita al Azteca, el próximo 28 de septiembre, Guadalajara pasará por su mejor momento. “Pues yo creo que estaremos muy bien, no creo que me gane el América ningún partido jamás... al Guadalajara no. De veras, no creo, con todo respeto”, asegura.



Pero antes de visitar a las Águilas, Chivas deberá concentrarse en tres partidos más: Atlas, Morelia y Pachuca. El compromiso inmediato es otro Clásico, el Tapatío, al que aparentemente llegan mejor los Zorros, con 13 puntos, por apenas ocho del Rebaño Sagrado que dirige Tomás Boy.

“Esta circunstancia a veces pasa de largo en un Clásico. El Clásico es un partido especial para la ciudad, es muy fuerte porque es el mejor Clásico para la ciudad. Igual el de Monterrey para la ciudad de Monterrey. Quizá el nacional sea muy importante para toda la República, pero cada Clásico tiene su importancia. Los Clásicos hay que salir a ganarlos y no importa tanto la posición en la tabla. Para los dos es muy importante este partido porque en la zona del campeonato que estamos, puede definirse un rumbo para ambos”, detalla.

El clásico que tiene enfrente ya lo conoce. Dirigió al Atlas en tres etapas y la última terminó con un 4-1 que marcó la eliminación de su equipo en Liguilla ante Chivas. Tomás Boy recuerda que en ese momento “se acabó mi contrato y simplemente fue un acuerdo de que no quisimos renovar. En su momento disfrute la estancia, pero nunca fui anti adversarios, no se si me explico, pero sentí lo bonito del Clásico. Ahora estoy de este lado, así que se siente padre jugar este tipo de partidos”.



Afirma que ese resultado no modificó su manera de ser o de trabajar. “No, sentí... no, no cambió nada, mis conocimientos ahí están. Cuando me contrata un equipo, me aboco a jugar futbol, que mis jugadores jueguen, dejo algo a los futbolistas. Trato de que se juegue, no que nada más que se busque el resultado por sí mismo. Estoy aquí con el gusto de poder hacer algo diferente y en esa etapa de transición estamos. Creo que estamos trabajando y no es tan fácil la construcción de un equipo nuevo. Estoy tranquilo la verdad porque veo mucha mejoría en el equipo, cada día estamos mejor. El método que escogí para jugar y obtener resultados ahí va, estamos más o menos, pero creciendo. Estoy seguro que lo que estoy haciendo, va bien”, sentencia.

Finalmente, recuerda una jugada que permanece en la memoria colectiva. Alfonso González, en el último minuto de un Clásico Tapatío en el Estadio Jalisco, pateó un penal a lo Panenka. El portero Luis Ernesto Michel tapó con una mano y salvó el 1-1 para Chivas. Ese gol significaba el triunfo y Atlas hubiera podido pelear por el liderato de la tabla, con lo que hubiera evitado al Rebaño Sagrado en la Liguilla de la que fue echado vergonzosamente por el acérrimo rival.

“Ganamos un partido, empatamos otro, perdíamos uno... me acuerdo que pudimos ser lideres generales cuando ‘Poncho’ tira un penal en el último minuto. Creo mucho en los jugadores y ‘Poncho’ es un gran futbolista. Tiene un valor impresionante para hacer una jugada como esa en ese momento. Nos hubiera dado el liderato y cómo son las cosas: quizá no hubiéramos enfrentado a Chivas en Cuartos. Nada más falla el que tira, el que no tira no falla. Después, llegó otro entrenador, no lo puso a jugar, lo vendieron (a Monterrey), ha tenido pocas oportunidades y la lesión. Es el problema de algunos jóvenes en México, toman decisiones que no les ayudan. A mí me hubiera gustado que viniera. Estuviera jugando y bien”, concluye.





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