Las Chivas están en uno de sus mejores momentos desde que comenzó el torneo, después de esa angustia que habían vivido a inicios en donde tener una sola victoria parecía una tarea imposible y donde la fecha de caducidad de Ricardo Cadena era algo que se repetía de manera constante, pero ahora todo eso ha quedado en el pasado y los objetivos han cambiado de forma radical, ya que ahora se está pelando por los lugares directos para la fiesta grande.



Sin embargo, durante la época de escases de victorias, muchos críticos y periodistas se dieron a la tarea de querer pegarle hasta donde no al rebaño, con tal de apagar cualquier ilusión que se podía presentar en la mente del equipo, porque sabían que si despertaba el gigante podía entregar este tipo de resultados y mucho más de lo que está por venir en la temporada, así siempre ha sido Chivas y lo seguirá manteniendo, porque es el más grande del fútbol mexicano.



Pero lo que es de extrañar, que equipos que apenas conocieron la gloria después de más de 70 años de ausencia, se quieran comparar con el rebaño, como el caso del Atlas, que habían llegado como favoritos al clásico tapatío y ya se sentían con el derecho de sentarse en la misma mesa del rebaño, cuando en títulos claramente no estamos en el mismo nivel, ni si quiera de afición, porque ya se habían atrevido a decir que tenían más afición.

El karma los mandó a callar
Pero en esta cuestión al realidad que viven los equipos en este momento es completamente diferente y ahora los que les gustaba burlarse demás están en los últimos lugares de la tabla general y prácticamente derrotados y eliminados, ese es su karma, por sentirse más que los demás y pensar que solo por el hecho de estar atravesando un buen momento ya se podían poner al mismo nivel del más grande del fútbol mexicano.





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