El aficionado escocés que dejó todo por seguir a las Chivas

El aficionado escocés que dejó todo por seguir a las Chivas


Fuente: ESPN
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Grant Law aún recuerda la primera vez que respiró el embriagador aroma de un primer amor, un romance a no menos de 8,700 kilómetros de distancia de casa. Era el aroma de algo completamente distinto, algo seductor... incluso si venía acompañado de un tenue olor a granja.

"Era futbol, pero no como lo había conocido. Era una locura, un choque cultural. Era México", recordó moviendo ligeramente la cabeza. "Nunca olvidaré la primera vez que escuché el alboroto en ese viejo Estadio Jalisco en Guadalajara. Ininterrumpido. La pasión y el ruido en el fondo nunca cesaron.

"Y después eché una mirada atrás y había un tipo con una chiva viva y la sostenía de las patas delanteras sobre sus hombros. No tengo idea de cómo logré meterme en la cancha, pero no podía contener la sonrisa y pensar: '?Vaya, esto es algo que uno no ve a menudo en Dens Park'".

Law había crecido en las tribunas del Dens Park, estadio del Dundee FC que juega en la Premiership de Escocia. Nadie siente un amor más grande que por el de su bendito equipo de futbol, o al menos eso dicen, y el amor de Law por los "Dark Blues" era muy profundo, de adulto y niño, en las buenas y en las malas. En las malas, por lo general.

Recordó algunas de esas escalofriantes noches de enero en el Park, meciendo una humeante taza de té caliente, mientras que la multitud de tal vez cuatro mil personas trataba de apiñarse unos con los otros para mantenerse calientes durante un pésimo partido contra Patrick Thistle.

Pero ahora, aquí estaba coqueteando con una posible y exótica amante, el Club Deportivo Guadalajara, conocido en todo el mundo futbolístico por sus cerca de 35 millones de aficionados como las Chivas. Bajo el cálido sol, en medio de una multitud de sesenta mil fanáticos volviéndose locos por el club más grande de México, disfrutando de una cerveza en uno de los mejores ambientes nunca antes vividos en un partido de futbol... Law quedó inmediatamente enganchado.

Fue el comienzo de una aventura amorosa que transformaría su vida. Las Chivas, un equipo que jugaba al otro lado del mundo, en una liga que no podía ver por televisión, se convirtió en una gloriosa obsesión para Law.

Quedó tan perdidamente enamorado que incluso su oficina privada en su trabajo gubernamental se convirtió en un santuario de las Chivas, con pósters, camisetas y banderines engalanando las paredes. Law incluso nombró Sánchez a uno de los gatos de la familia, en honor al venerado portero de las Chivas, Oswaldo Sánchez.

Law y su esposa, Lynne, reunieron cada centavo para pagar los frecuentes viajes transatlánticos para ver al equipo jugar, una pasión que los llevó a sacar una segunda hipoteca para su casa en Dundee y encontraron una casa en la costa mexicana, donde ahora tienen su base para hacer las peregrinaciones regulares a los partidos de las Chivas. En resumen: Es un amor que les ha costado miles y miles de libras esterlinas, prácticamente cada centavo ganado.

Desde hace mucho tiempo, las Chivas han atraído la atención de fans de todo el mundo, pero incluso para sus estándares internacionales, los locales en el Estadio Jalisco se enorgullecen al darle la bienvenida al loco con la bandera escocesa.

"No usamos faldas escocesas, hace demasiado calor para eso", dijo Law riendo. "Pero una gran cantidad de gente nos pedía tomarse una foto con nosotros. La gente pensaba que éramos estadounidenses y nos decían gringos, aún cuando ya les habíamos aclarado que veníamos de Escocia. Así que nuestros amigos de Guadalajara nos mandaron a hacer camisetas que básicamente decían al frente: '?No soy americano, soy de Escocia', y en la parte de atrás '?Soy aficionado de las Chivas'".

Pero ¿qué le sucedió, se preguntarán, a su primer amor, el Dundee FC, en medio de este tórrido romance?

Pues bien, Law era funcionario del registro civil de la ciudad de Dundee, un hombre que había celebrado los servicios de matrimonio para miles de parejas en los 37 años previos a su retiro en el 2015, así que no es necesario explicarle los votos matrimoniales. Nunca abandonaría al Dundee FC.

Con ello llegamos a la actualidad, al perfecto mundo, aunque algo chiflado, del hombre de 59 años. Durante seis meses del año, él y Lynne viven en Escocia, a un par de viajes en autobús de diez minutos de distancia del estadio donde juega el Dundee. Durante los otros seis, están en su hogar en Puerto Vallarta, a cinco horas a través de la Sierra Madre Occidental de sus igualmente queridas Chivas.

Es el equilibrio ideal. Nada de trabajo, dos países y dos equipos de futbol. El primero, un club eternamente fracasado que no ha ganado títulos en el futbol escocés en 43 años y está luchando en la parte baja de la Premiership, y otro que es la respuesta mexicana al Manchester United o el Real Madrid, con una histórica trayectoria repleta de títulos y millones de seguidores en todo el mundo.

"Creo que nuestros amigos en Escocia pensaron que estábamos locos, especialmente cuando dijimos que íbamos a mudarnos a México, pero creo que ahora nos envidian un poco", dijo Law. "Hemos hecho grandes amigos y tenemos una vida nueva, una buena vida. Ha sido una verdadera aventura en México".

INICIA LA AVENTURA
Todo se remonta al día del matrimonio de Grant y Lynne en 1989. En su luna de miel visitaron Acapulco, y después de esa primera experiencia en México se quedaron enganchados.

Como grandes aficionados del futbol, se quedaban absortos viendo partidos mexicanos en la televisión de la habitación de su hotel. Después, llegó el momento de inspiración en 1997. Mientras se hospedaban en un Holiday Inn en Puerto Vallarta, una conversación con el barman, Manuel, terminó con un emotivo discurso sobre por qué las Chivas eran el club más grande del mundo.

"Un tipo agradable. No tenía mucho dinero, pero estaba decidido a darnos un pequeño escudo del club de las Chivas de metal", recordó Lynne. "Obviamente significaba mucho para él, y probablemente debe haberle costado regalárnoslo".

Casualmente, los colores del club de las Chivas –rojo, blanco y azul– eran los mismos que los del Dundee FC. A partir de ese momento, las Chivas quedaron grabadas en la mente de Grant Law.

"Verás, lo que pasa con Grant es que es una persona muy relajada. Como fan del Dundee, tienes que serlo", dijo su hermano, David. "Después de mi segundo infarto, mi médico me dijo que evitara emociones muy fuertes y que no viera al Dundee jugar. Dije: '?¿Emociones fuertes, doctor? ¿Cuándo fue la última vez que visitó Dens Park?’

"Ah, pero una vez que Grant se siente atraído por algo, no se puede hacer nada. Nada lo detiene. En ocasiones me divierte observar sus obsesiones. Deberían haber visto su oficina repleta de cosas de las Chivas. ¡Quién sabe qué pensaba la gente que se iba a casar!".


Grant Law y su "chiva hermano" Rodolfo.

Cortesía Grant Law
Cuidadosamente y con amor, Law aprendió todo acerca del club. Descubrió por qué se llamaban las Chivas, porque en 1906, poco después de su nacimiento, un reportero indicó que eran terriblemente incontrolables, que era como ver a un montón de chivas salvajes en una cancha pateando la pelota. Y cómo es un equipo único entre los equipos deportivos del mundo actual, en el sentido de que solo permiten jugadores nacidos en México.

Sin embargo, en aquellos primeros días del internet, aunque no había problemas para encontrar información en línea sobre el futbol europeo, requirió un gran esfuerzo descubrir qué sucedía en el futbol mexicano, que incluso en el mercado internacional de hoy no tiene presencia televisiva en la Gran Bretaña.

Rodolfo Gallardo, aficionado de las Chivas de Aguascalientes, estaba en una de las salas de chat en línea del club, cuando recuerda haber comenzado una conversación con un misterioso personaje de Escocia que estaba tratando de practicar su inexperto español.

"Así nos conocimos", dijo Gallardo, un obrero que vive actualmente en Charleston, Carolina del Sur. "Para mí, saber que alguien de un país tan lejano estaba siguiendo a mi equipo, pues era genial".

“Charlamos en línea y por teléfono durante dos años y finalmente nos reunimos en México y comenzamos a ir a los partidos de las Chivas juntos. Ahora, para mí, es mi mejor amigo, es como un hermano".

En línea, Law hizo otras grandes amistades con fans de las Chivas. Lynne y él tienen una red de amistades en todo México, con los que se quedan los fines de semana de los partidos.

“Muchos realmente se han convertido en familia, como Jaime y Carmen Medina de Guadalajara", dijo Law. "Llegamos los viernes para reunirnos con un grupo de amigos, el sábado asistimos al partido, después por lo general nos quedamos con la familia Medina, antes de regresar a casa el lunes".

Quizá con una fiesta que viene a menudo a completar el cuadro, los partidos de las Chivas no son sólo juegos para los Laws, sino un acontecimiento.

En 2003, cuando Gallardo llevó a sus amigos a su primer partido en el histórico Estadio Azteca, Grant y Lynne gastaban "cada centavo, cada minuto, cada día de vacaciones sin goce de sueldo que conseguíamos", para seguir a las Chivas. Entonces ¿cuánto les costaba? Tal vez doce mil libras esterlinas al año, hasta que decidieron dar el salto de comprar una casa en Puerto Vallarta. Todo por el amor a las Chivas.

Cuando conoces a Law, no se puede evitar pensar que es sólo un inteligente y sobrio escocés, pero te da la sensación de que el futbol mexicano lo ha vuelto más audaz.

"Soy razonablemente sensato", aceptó, "pero México es un país tan grandioso, su futbol es tan colorido, emotivo y vivo, y su gente es extrovertida y amigable, es simplemente difícil no sentirse atraído por este lugar".

En cuanto a la Liga MX, la máxima categoría del futbol mexicano, Law ha disfrutado dos décadas de fantásticas experiencias que no puede creer, después de una eternidad en el futbol escocés.

La ciudad natal de Law es conocida por el pastel Dundee, un favorito de la reina para la hora del té, y por ser casa del icónico cómico británico "Beano", pero también tiene cierta fama deportiva, ya que posee los dos estadios de futbol profesional más cercanos del mundo. Dens Park, del Dundee FC, y Tannadice Park, estadio del Dundee United, están separados por solo 182 metros. La leyenda dice que un mal despeje de un defensa en Dens Park, arrastrado por un fuerte viento, una vez terminó en el terreno de juego en Tannadice.

Siempre ha existido una fuerte rivalidad entre los "Dark Blues" de Dundee y los "Tangerines" del United, y ha dividido a la ciudad e incluso a familias, durante más de noventa años. Sin embargo, es una rivalidad bastante civilizada si se compara con otros ambientes hostiles; cuando escuchas decir a Law cómo "odia" al United en los días del partido, puedes apreciar su fuerza.

Sin embargo, cuando Law hace sus peregrinaciones al legendario Estadio Azteca en la Ciudad de México para ver a las Chivas jugar contra uno de sus más grandes enemigos, el Club América, se sumerge en una enemistad deportiva de una magnitud e intensidad muy distintas, en medio de 105 000 enfebrecidos aficionados. Como él simplemente dice, es la más grande experiencia de una vida futbolística.

"Puedes ver a 20 o 30 fans en la parte de atrás de una camioneta, deteniéndose los unos a los otros para no caerse", explicó Law. "La pasión es increíble. La gente llega al estadio tres o cuatro horas antes, hace carnes asadas en el estacionamiento, hay gran cantidad de bares afuera del estadio, música en vivo, bailadores. Simplemente me encanta el ambiente de los juegos mexicanos. Es simplemente asombroso. No se puede comparar de ningún modo con el futbol escocés”.

Para ilustrar este punto, Grant y Lynne regresaron a Dundee para pasar las fiestas navideñas en casa y, apenas se bajaron del avión, una de sus primeras escalas fue el miserablemente frío y húmedo Dens Park, donde vieron un empate a cero bastante malo entre el Dundee y el Ross County, junto con otras 4740 temblorosas almas.

Entonces no es de extrañar que el escocés se haya sentido atraído por el sazón mexicano. A pesar de que Law estará en Escocia este fin de semana cuando el nuevo torneo de la Liga MX comience, no pasará mucho tiempo antes de que se reúna de nuevo con su amado equipo. Así que, dinos Grant, ¿si tuvieras que elegir entre el Dundee FC y las Chivas, a quién renunciarías?

"No me preguntes eso", respondió Law, en clara agonía de solo pensarlo. "Mis amigos en Dundee no me volverían a hablar si dijera que prefiero las Chivas, así que tengo que decir que es un empate. Pero lo bueno es que no tengo que renunciar a ninguno. Soy un hombre afortunado”.





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